Seis velitas

UNO. Estamos en mi fiesta de cumpleaños, veo seis velitas de colores, están encendidas y las soplaré mientras mis papás y mi hermano gritan uno a uno, los años que cumplo hoy. Mis amiguitos de la escuela saltan con mucha alegría a mi alrededor y sonríen esperando para probar mi pastel de unicornio. Estoy muy emocionada, veo los regalos que me esperan y la piñata que tiene muchas sorpresas que quiero para mí. Siento una cosquillita pequeña detrás de mi oreja derecha que me hace girar sin quererlo. Pensé que mi hermano me hacía bromas con una pluma que había encontrado en su almohada, pero no es así, Juan José está frente a mí tomando fotos.

DOS. La cosquillita ahora es una punzada, como cuando un mosquito te pica y no puedes evitar las ganas de rascarte la piel hasta que un bultito caliente aparece. Quieta Sofía, pareces un perrito pulgoso, le escucho decir a mi papá que se acerca a mi lado. No puedo parar, mis uñas se quedan con parte de mi piel y al mirarme veo gotitas de sangre en mis dedos, me pica mucho, me arde, papá sostiene mis manos mientras cantan.

TRES. El brillo del sol se refleja en una lámina que encandila mis ojos. Jamás había visto algo resplandecer con tanta fuerza, lo quiero para mí, tengo que tocarlo, debe ser mío. Mamá cubre el brillo con una servilleta cuando mis manos se estiran para alcanzarlo. ¡No mamá, es mío, quítate, lo quiero para mí!, ella lo aleja, siento rabia contra ella. Mamá me mira y abre grande sus ojos como advirtiéndome que no debo moverme ni llevarle la contraria.

CUATRO. ¡No me empujes Esteban!, quítate, le grito a mi mejor amigo de la escuela cuando siento que se lanza sobre mí para hacerme caer sobre la mesa. ¡Yo no hice nada! contesta, veo como sus ojos se llenan de lágrimas y yo solo quiero devolverle el empujón con un puño. Mamá me abraza.

CINCO. Otro empujón. Esta vez mi mamá no alcanza a sostenerme y caigo sobre el pastel. Me levanto furiosa, con la cara llena de crema de los colores del arco iris. Veo a todos mis amigos riéndose frente a mí, me señalan, se burlan. ¿Quién me está molestando?, grito, volteo a mirar y no hay nadie. ¿Qué está pasando mami?

SEIS. No logro controlarlo, la cosquilla, el piquete, el brillo, los empujones, las risas de mis amigos burlándose frente a mí, mis papás cantando, Juan José gritando que debo sonreír, mami, mami, ¿qué me pasa? Mis amiguitos corren a esconderse detrás de sus papás, Juan José tiene la boca abierta y los ojos sin parpadear con la mirada llena de miedo, mi papá me sostiene por la cintura y escucho a mi mamá hablarme entre sollozos, suéltalo Sofí, suelta el cuchillo. Vamos, dámelo que yo cortaré el pastel. Todo lo que mi mente y cuerpo sentían, cesó. En mi mano, un cuchillo que volvía a resplandecer con el reflejo del sol y de mi mirada. Ahora el brillo está en mi poder.

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *